Académico UCSC analiza la vigencia cultural y audiovisual de la película emitida
ininterrumpidamente por TVN desde 1982.
Desde su estreno en 1977, la película Jesús de Nazaret, dirigida por el reconocido cineasta italiano Franco Zeffirelli, ha conmovido a millones de personas en todo el mundo. En Chile, se ha convertido en un clásico de Semana Santa, transmitido por Televisión Nacional (TVN) cada año desde 1982, consolidándose como una tradición en los hogares del país. ¿Qué explica que, más de cuatro décadas después, esta producción siga generando interés y emoción en la audiencia chilena Manuel Rivera, académico del Departamento de Ciencias de la Comunicación de la Facultad de Comunicación, Historia y Ciencias Sociales de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC), entrega algunas claves desde una perspectiva audiovisual y cultural. “La película, que ha emocionado al menos a tres generaciones, destaca por su tratamiento visual basado en la solemnidad y emoción que se transmite a través de la cuidada dirección de arte: utilería, locaciones, vestuario, banda sonora e impresionante fotografía”, señala Rivera. Asimismo, resalta que la interpretación de Robert Powell como Jesús se ha vuelto icónica, al representar con equilibrio su dimensión divina y humana. “Es una representación coherente con la universalidad narrativa de los evangelios, y que sigue siendo capaz de emocionar y generar reflexión”, agrega. Para el académico, la vigencia de esta producción también se relaciona con su influencia en la construcción de una imagen colectiva de Jesús, particularmente en una sociedad como la chilena, donde la tradición católica está profundamente arraigada. “Probablemente muchos de nosotros
crecimos con esta película y hoy la vemos junto a nuestros hijos. Su visionado se ha transformado en un acto de comunión familiar, en el que se entrelaza la experiencia audiovisual con la vivencia espiritual y los valores religiosos”, explica.
Para la tradición católica, la emisión anual de esta película durante la Semana Santa adquiere un sentido profundo. Este tiempo litúrgico invita a los creyentes a acompañar, con recogimiento y fe, los misterios centrales de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. La película “Jesús de Nazaret”, con su fuerza narrativa y estética, se convierte así en una oportunidad para renovar la experiencia de la fe y reflexionar en familia sobre el amor redentor de Cristo.
En esa línea, la continuidad de su emisión por parte de TVN adquiere un significado especial. “Televisión Nacional, como canal público, cumple un rol clave como agente cultural. Al mantener esta tradición, permite el acceso democrático a una experiencia estética y espiritual que convoca a las familias chilenas, generando sentido de pertenencia, conversación intergeneracional y comunidad en torno a esta fecha significativa”, señala Rivera. Así, Jesús de Nazaret no solo perdura como una destacada obra cinematográfica, sino también como un fenómeno cultural inscrito en la memoria colectiva del país, que año a año renueva su vigencia y su capacidad de inspirar reflexión desde la pantalla.
Constanza Andrea Irene Saavedra Ortega