Fracturas, traumas y quemaduras, son las principales causas de consultas pediátricas en la época estival, las que muchas veces dependiendo de la gravedad, requieren hospitalización.
Ante el aumento de las temperaturas en Ñuble, las familias acuden a centros de recreación o bien instalan en sus hogares piscinas, situación que amerita que los padres, madres y cuidadores de niñas, niños y adolescentes refuercen la vigilancia para reducir al mínimo las posibilidades de un accidente, que culmine en traumas y en casos de mayor gravedad en fracturas.
De acuerdo con la Dra. Sandra Flores, jefa del Servicio de Cirugía Infantil del Hospital Clínico Herminda Martín “Las fracturas y los esguinces son lesiones comunes durante la temporada de verano, especialmente debido a actividades como correr alrededor de las piscinas, realizar piruetas o lanzarse de forma imprudente, lo que aumenta el riesgo de traumatismos graves. Por eso, es fundamental que los cuidadores eduquen a hijas e hijos en el autocuidado, fomentando conductas seguras y evitando situaciones de riesgo en torno a las piscinas. Además, es crucial reforzar la vigilancia, asegurándose de estar siempre presentes cuando los menores estén en el agua. No olvidemos que la asfixia por inmersión es una emergencia médica que puede ser fatal o dejar secuelas neurológicas permanentes”.
En el caso de las fracturas y traumas los más comunes son en las extremidades, no obstante también ocurren los traumatismos craneoencefálicos y lesiones medulares por saltos o piqueros en zonas de poca profundidad. Si estas lesiones no se tratan de manera oportuna, pueden originar complicaciones graves, como deformidades, pérdida de movilidad o incluso, parálisis en el caso de traumas medulares. Por eso, es fundamental acudir al servicio de urgencias ante cualquier golpe significativo o pérdida momentánea de movilidad.
Finalmente la especialista destacó que para prevenir la asfixia por inmersión es aconsejable: “aunque suene redundante, cuando un niño o niña está en la piscina, necesita una supervisión activa y permanente, sin distracciones, pues los casos de ahogamientos, ocurren en cuestión de segundos. También sirve instalar rejas protectoras alrededor de la piscina, uso de chaleco salvavidas –no flotadores ni alitas- y enseñar de manera temprana a nadar. En tanto, el ministerio de salud, recomienda que los niños y niñas usen trajes de baño de colores llamativos, para que se puedan distinguir con facilidad bajo el agua”.
Asimismo, existen otros accidentes que no reducen su incidencia independiente de la época del año, como lo son las quemaduras. En primavera y verano, siguen ocurriendo, siendo las
más frecuentes las ocasionadas por el derrame de líquidos calientes y las de contacto. En muchas ocasiones, las y los niños toman la parrilla del asado o pasan por sobre las cenizas aún calientes.
“La recomendación en estos casos, es siempre acudir al centro de salud correspondiente al hogar, para que se evalué la gravedad de la lesión. Si la quemadura fue producto del derrame de líquidos calientes, en casa deben verter agua fría sobre la piel dañada, retirar la ropa y no aplicar nada sobre la herida, mientras que si se originó por contacto de superficie caliente o con fuego, no debe retirar la vestimenta, aunque si puede cubrir la zona con un paño limpio o una gasa”, aseguró la Dra. Flores.
Existen quemaduras de distinta gravedad, las más complejas requieren de limpiezas quirúrgicas y hospitalizaciones prolongadas, para curaciones e incluso injertos de piel.
Leslie Espinoza