Marianela Souto fue la primera usuaria sometida a una artroplastia total de la articulación trapeciometacarpiana del pulgar, con una técnica innovadora que reducz
significativamente el dolor y acelera la recuperación. La rizartrosis, también conocida como artrosis en la base del pulgar, es una enfermedad degenerativa que afecta principalmente a mujeres en edad postmenopáusica. Esta condición limita funciones básicas de la mano, como abrir envases o abotonar prendas, y en sus etapas avanzadas puede requerir cirugía. En un procedimiento inédito, el equipo de cirugía de mano del Hospital Clínico Herminda Martín (HCHM) llevó a cabo una artroplastia total de la articulación trapeciometacarpiana del pulgar, técnica que implica el reemplazo de la base del primer metacarpiano y la parte distal del hueso trapecio de la base del hueso del dedo pulgar, donde se intersectan dos huesos –el primer metacarpiano y la parte distal del trapecio-. En su lugar, se implantó
una prótesis Maia, elemento que es versátil, tiene una forma de cono esférico, que
favorece la movilidad casi normal del dedo.
El Dr. Andrés Alvial, traumatólogo con subespecialidad en mano, muñeca, codo y microcirugía, que lideró la operación, destacó la relevancia de esta técnica para las y los usuarios: “Esta cirugía busca tratar la artrosis avanzada de la base del pulgar, donde el cartílago ya está severamente dañado. Al reemplazar completamente la articulación, logramos aliviar el dolor, restaurar la movilidad del pulgar y mejorar significativamente la calidad de vida de las personas”, explicó. Recuperación más ágil y con mejores resultados El procedimiento tuvo una duración cercana a las dos horas. De acuerdo con el Dr. Alvial, “uno de los principales beneficios de esta nueva técnica es la recuperación acelerada. La primera usuaria a quien intervenimos, Marianela, fue dada de alta el mismo día gracias a la modalidad de cirugía mayor ambulatoria”. En los primeros 15 días, tras la cirugía Marianela ha asistido a controles semanales que iniciaron con curaciones, radiografías de evaluación y retiro de puntos. Se espera, que luego del paso de un mes, inicie la rehabilitación funcional en terapia kinésica y con
terapia ocupacional, además de continuar en control médico y evaluaciones posteriores,
estimándose que pueda retomar sus actividades habituales tras el paso de 6 u 8 semanas.
“La recuperación con la técnica antigua o estándar -trapiecectomía con suspensoplastia- se estimaba en seis meses o más, por lo que con este implante adelantamos en al menos 4 meses la reintegración de las personas a su vida habitual, lo que para personas como Marianela, que trabaja con sus manos, pues ella es repostera es muy valorado”, apuntó el Dr. Alvial. A favor de la nueva técnica (con implante) en lugar de la tradicional –que usaba la suspensoplastía, es decir que se extraía el trapecio y se suspendía el metacarpiano con algún tendón- se reducen las molestias y disminuye el riesgo de complicaciones, favoreciendo la recuperación funcional.
DOLOR INCAPACITANTE
Marianela Souto vio comprometido su trabajo como repostera por esta enfermedad, que según relató le generó mucho dolor y dificultad para realizar sus actividades habituales, por ello –aunque aún no está del todo recuperada- agradece haber optado a esta solución. “Estoy muy agradecida del equipo médico y del hospital por haberme dado esta oportunidad. Gracias a esta cirugía sé que podré mejorar mi calidad de vida. Ahora comienza la recuperación y tengo mucha esperanza”, aseguró.
Este avance quirúrgico, es una gran oportunidad para que otras personas opten a tratamientos innovadores, con menos tiempo de recuperación y mayor alivio.