El Vicedecano de la Facultad de Ciencias Económicas de la UCSC, Dr. Pablo San Martín, señala que el conflicto podría afectar la inversión y el empleo en el país.
La reciente intensificación de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, impulsada por la administración de Donald Trump, ha reactivado la preocupación internacional sobre los efectos que las políticas proteccionistas pueden tener en la economía global. El aumento de aranceles aplicado por ambas potencias no solo modifica las dinámicas del comercio internacional, sino que también genera incertidumbre en mercados abiertos como el chileno.
En este contexto, el Dr. Pablo San Martín, Vicedecano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas (FACEA) de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC), analiza las implicancias de este fenómeno. A modo de contextualizar, el académico explica que los aranceles son impuestos aplicados a los bienes importados desde el extranjero con el fin de proteger la producción nacional. “Su objetivo principal es proteger la industria local encareciendo los productos que vienen del exterior, lo que también permite generar ingresos fiscales”. Sin embargo, advierte que si bien esta medida puede tener efectos positivos, también acarrea consecuencias negativas, como el encarecimiento de los bienes de consumo, la reducción de la competencia, la limitación de la eficiencia productiva y, en
casos extremos, el desencadenamiento de represalias comerciales. “Todo esto afecta el crecimiento del comercio internacional y la estabilidad económica global”, enfatiza. Respecto de los efectos que esta situación puede tener en Chile, el especialista UCSC indica que el país, al ser una economía abierta y altamente dependiente del comercio exterior, es especialmente vulnerable a un entorno global más proteccionista. “Un aumento de aranceles en mercados relevantes podría reducir la competitividad de las exportaciones chilenas, disminuir el ingreso de divisas, generar incertidumbre para la inversión extranjera directa y afectar negativamente el crecimiento económico y la generación de empleo”, advierte el experto. Asimismo, San Martín señala que un contexto de menor dinámica comercial internacional puede traducirse en una baja de los precios de materias primas, afectando directamente los ingresos fiscales del país. Frente a este escenario, recomienda reforzar la estrategia de diversificación de mercados y mantener una política comercial activa, basada en acuerdos multilaterales y bilaterales. “Chile debe fortalecer su competitividad interna, aumentando los niveles de
innovación, inversión en infraestructura y capital humano, de modo que podamos mitigar los impactos negativos de un escenario internacional marcado por el resurgimiento de políticas proteccionistas”.
Constanza Andrea Irene Saavedra Ortega