Esta iniciativa, aprobada por el Congreso a inicios de diciembre, busca responder a la creciente preocupación ciudadana por la seguridad y la necesidad de enfrentar de manera más eficiente los desafíos que plantea la delincuencia y el crimen organizado en el país. Harboe apuntó que, «Yo tengo mi preocupación de
que se han generado muchas expectativas con el Ministerio de Seguridad. La verdad es que el próximo ministro de Seguridad, si uno lo mira en términos lineales, va a tener menos poder que el que tenía el subsecretario del Interior hasta ahora». Según apuntó, «es bien extraño, por ejemplo, que el ministro de Seguridad tenga dos subsecretarios cuando debería tener solo uno, si un mando único es mucho más eficiente».
También Harboe cuestionó las Secretarías Regionales Ministeriales y Departamentos Provinciales de Seguridad Pública, conocidos como la figura de «sheriff
regional», que deberán responder directamente a los requerimientos del delegado presidencial en materia de orden público. Y así, manteniéndose la línea de mando de las policías, que dependerá del Ministerio de Seguridad.
A juicio del personero, «es raro eso, porque va a haber doble dependencia. Incluso, para las policías va a ser un problema, porque van a tener dos jefes, a pesar de que se dijo que Interior no tenía que meterse», puntualizó Harboe. «En tercer lugar, pensemos que el proyecto que está discutiendo de Inteligencia deja de depender del Ministerio del Interior; o sea, un ministro de Seguridad que no va a tener a su cargo la inteligencia», añadió.
El exsubsecretario dijo que comprende «la intención de llegar a acuerdos para poder mostrar un logro, pero los acuerdos tienen ciertos límites. Uno de ellos es que las instituciones que se logren sean eficaces y no solo sea una estructura para dar pega a más gente o reconvertir a gente que necesita reinsertarse en un nuevo ministerio, porque el tema de la seguridad es un tema muy relevante».
Agencia Orbe